Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí.

Fundación
Pública AndaluzaRodríguez-Acosta

Colección museística

Pintura

YAMA DHARMARAJA, UNO DE LOS OCHO DHARMAPALA O “GUARDIANES DE LA LEY”.

Pintura, gouache sobre algodón. Thangka

Facebook Twitter Google Pinterest

Cronología

Siglo XIX

TÍBET, (CHINA).

Descripción y bibliografía

Pintura dedicada a la divinidad protectora de aspecto terrorífico Yama Dharmaraja, el Rey de la Ley, que ocupa el lugar más destacado de la composición acompañado de dos guardianes, representados a sus pies en menor tamaño. Las tres figuras se enmarcan en un halo de fuego, como contraposición al halo de luz que envuelve las imágenes de maestros, budas, bodhisattvas y lamas.

Yama Dharmaraja, es una divinidad de origen indio, que se entreteje en la mitología budista por asociación con Mansjuri. Yama Dharmaraja, protector de la ley en cuanto doctrina, tiene una gran aceptación en las representaciones del budismo tibetano y de un modo especial en aquellas relacionadas con la secta Gelukhpa. Su fundador, Tsonghapa, se identifica con Mansjuri y éste con el dios protector.

Cada una de las imágenes de los dioses protectores pueden manifestarse en su realidad interna, externa o en su forma última. En este caso se manifiesta en su realidad externa, adoptando por ello su cabeza, la de un búfalo. De este modo se hace eco de las amenazas externas, y protege las vidas de fieles y monasterios.

El cuerpo de Yama Dharmaraja aparece pintado de un color oscuro, agitándose en un movimiento frenético con sus brazos y piernas. La pierna la derecha se pliega en una acción rítmica que se ve equilibrada, con el leve apoyo que ejerce con la pierna derecha sobre el torso desnudo de un personaje que yace bajo sus pies. En sus  brazos superiores sostiene en cada una de ellas un atributo. Así con la derecha sujeta un cuchillo con el mango en forma de vajra, denominado kartrikâ,, mientras que con la izquierda, el tridente que le caracteriza está rematado por unas calaveras ensartadas en su punta, junto con un vajra y un lazo, conocido como khatvânga o cetro mágico.

Su frente está adornada con una diadema formada por calaveras, que se repiten en un largo collar que recorre todo su cuerpo. Se cubre parcialmente con una piel de tigre y de su espalda asoma los restos de un ser humano cubierto de sangre en alusión directa con la muerte. Toda su iconografía resalta su carácter violento, protector, que encontrará su descanso cuando destruya la ignorancia a la que se alude con el cuerpo desnudo sobre el que apoya la fuerza de su baile.

A sus pies otras dos imágenes terroríficas de divinidades protectoras o yamas, que adquieren , la de la derecha rostro de tigre y la de la izquierda de rinoceronte, repitiendo en ambos casos los elementos iconográficos relacionados con la muerte y destrucción. / Extraído de: Isabel CERVERA FERNÁNDEZ: Fundación Rodríguez-Acosta. Colección de Arte Asiático. Granada, 2002.

Bibliografía: RHIE, M.; THURMANN, R.: Wisdom and Compassion. The Sacred Art of Tibet. Nueva York, 1992, pp: 108?109.