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Fundación
Pública AndaluzaRodríguez-Acosta

Colección museística

Pintura

EPISODIOS DE LA VIDA DE TSONGKAPA

Pintura, gouache sobre algodón. Thangka.

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Cronología

Siglos XVIII-XIX

TÍBET, (CHINA)

Descripción y bibliografía

Tsongkhapa (1357-1419) fue el fundador de la orden monástica tibetana Gelukpa –“los virtuosos”- y refomador del budismo Varjayana.  Se le considera una reencarnación de Manjusri, el bodhisattva de la sabiduría, y a él se le deben la fundación de diversos monasterios en Tíbet como fueron el de Sera, Ganden y Drepung. La orden que fundara fue mayoritaria en Tíbet a partir del V Dalai Lama (1617-1682), alcanzando el control político y religioso desde entonces.

Su veneración presenta una doble vertiente, la de reformador de la doctrina y el clero y divinizado como un eslabón importante en la cadena del linaje espiritual, que se remonta a Mansjuri y Avalokitesvara.

En la iconografía tibetana, bien sea de carácter pictórico o escultórico, se le reconoce por sus atributos como fundador de la orden Gelukpa, bien en representaciones unipersonales bien en configuraciones múltiples, ocupando su imagen el lugar principal de la representación.

En este thanka se hace alusión a diferentes episodios de la vida de Tsongkhapa, en los que se aúnan las visiones, los milagros, y de un modo muy significativo su linaje espiritual que le confiere la posición que ocupa en el centro de la composición, bajo la serena contemplación de Buda y sus discípulos.

El artista que realizó esta obra se sirvió de recursos compositivos –ubicación central, eje vertical, tamaño del personaje- técnicos (luz y color) para resaltar la presencia de Tsongkhapa. De este modo aparece la figura en el centro superior, sentado sobre un trono en forma de flor de loto, en una actitud de enseñanza marcada por la postura de sus manos en  bhûmisparça-mudra o gesto de tomar la tierra como testigo y sus piernas en   vjaraparyanka  o actitud de loto o de diamante. Pero lo que identifica al personaje son sus atributos personales, como es el tocado formado por un gorro puntiagudo amarillo, la túnica de monje, y los dos lotos que flanquean su cuerpo. En ellos se representan la espada de la compasión y el libro del Sutra de la Compasión, atributos originales de Mansjuri, del que él es una reencarnación.

La imagen se enmarca en un triple círculo de luz que ahonda en la calidad espiritual del personaje. Desde la mitad inferior de su cuerpo, aparecen diferentes personajes que lo flanquean a ambos lados en número de ocho, y representados según su jerarquía monástica y espiritual. Los más próximos a Tsongkhapa, portan como él, el gorro de la secta Gelukpa y el halo espiritual de luz, mientras que los seis restantes, aparecen con el cráneo rasurado, al descubierto, y ofreciéndole diversos objetos. Por sus atributos los dos personajes más próximos a él podían identificarse como sus dos discípulos mKhas-grup-rje y r Gyal-tsáb-rje. A sus pies, la figura pintada de negro, con seis brazos  se identifica con Mahakala representado con aspecto terrorífico. El color negro de la figura refleja la última realidad, el verdadero entendimiento de los seres iluminados. Esta forma de Mahakala, según el tibetólogo Tucci, y recogida por Thurman, sigue la descripción literaria que realizó el asceta Shavaripa  tras  una visión sucedida en un cementerio del sur de India.

Mahapala es una deidad terrorífica, de origen indio, muy popular en Tíbet que tipifica la idea de un ser iluminado y de  un fiel protector guardián del Dharma. Por ello su iconografía es muy variada, tanto en sus atributos, en sus posturas y gestos como en el color de su representación.

Como contraposición y coronando en el mismo eje vertical la imagen principal, nos encontramos con una configuración múltiple de orden espiritual, enmarcada por el sol y la luna, como alusión a la totalidad. Esta configuración se compone de  tres personajes principales, destacando en el centro la figura de Buda  flanqueada a su derecha y a sus pies de una figura pintada su rostro de azul .

Completando las figuras centrales del fundador de la orden Gelukpa y su linaje espiritual, el resto de la composición está dedicada a la representación de diferentes episodios de la vida de Tsongkhapa, en los que el artista ha intercambiado a través de los personajes y sus acciones los planos espiritual y terrenal. Para dar unidad a todas estas escenas, dispuestas  siguiendo un estricto sentido de equilibrio de volúmenes, se disponen sobre un fondo azul cobalto, del que surgen los diferentes episodios que se suceden sobre un espacio tornasolado de nubes azules y verdes que albergan los acontecimientos milagrosos de la vida Tsongkhapa

Con ellos el artista muestra lo aprendido y transmite visualmente sus enseñanzas, recurriendo a un código visual donde se aprecian las diferentes influencias de origen chino, nepalí y propiamente tibetanas.

Esta pintura por las características compositivas y técnicas se enmarca dentro del estilo de la llamada escuela pictórica denominada Menri Sarma. Su nombre se identifica con la pintura de la orden Gelukpa, en la que aparece un personaje principal en una composición general compuesta por un gran número de personajes, y donde se van introduciendo elementos paisajísticos en los bordes, y el uso de telas brocadas de seda con motivos de peonías para enmarcar los thankas.

Hay una obra muy similar en el Museum fur Volkerkunde de Munich (MARTIN, 1980: 89) / Extraído de: Isabel CERVERA FERNÁNDEZ: Fundación Rodríguez-Acosta. Colección de Arte Asiático. Granada, 2002.

Bibliografía: MARTIN, H. E. R.: El arte tibetano. Barcelona, 1980, p. 48 / RHIE, M.; THURMANN, R.: Wisdom and Compassion. The Sacred Art of Tibet. Nueva York, 1992, p. 274 / HELLER A.: Arte tibetano. El desarrollo de la espiritualidad y del arte en el Tíbet desde el año 600 al 2000 d.C. Madrid, 2001.